17 oct 2011

10 razones para no construir más cárceles (Daniel Schulman)

MATHIESEN nos proporciona diez argumentos que constituyen una base
poderosa a partir de la cual se puede impulsar una política de permanente prohibición
internacional en la construcción de cárceles.
Los primeros cuatro argumentos son, en realidad, argumentos contra la propia
existencia de la prisión, y no sólo en contra de construir nuevas cárceles. Pero son
usados como argumentos en contra de una mayor expansión del sistema carcelario. Los
siguientes seis argumentos pertenecen más específicamente al tema de la construcción
de prisiones.

1) Ineficacia de la rehabilitación: La cárcel no resocializa. Existen miles de
estudios que indican con rotundidad que el tratamiento dentro de la prisión no
funciona, entendiendo por “funcionar” reducir la reincidencia. Además, tiene
graves efectos destructivos de la personalidad. Este fracaso de la prisión es un
poderoso argumento para desmantelar la mayoría de los programas de
construcción de cárceles.

2) Ineficacia preventiva: la ineficacia para disuadir a los otros de cometer delitos
por medio de la intimidación, la formación de hábitos, la persuasión moral y
otras similares. Usualmente llamamos a esto “prevención general”. La
prevención general suele ser el argumento más importante para justificar la
prisión y, sin embargo, los efectos de prevención general disuasiva de la cárcel
son empíricamente indemostrables. En cambio, sí se ha demostrado que la
severidad de las condenas a prisión no tiene ningún efecto en la prevención del
delito. Las condenas “más duras” tienen el único efecto de masificar las
prisiones, y ello crea como consecuencia un llamado a construir nuevas
prisiones.

3) Ineficacia incapacitadota: las teorías de la incapacitación justifican al
encarcelamiento simplemente para prevenir que las personas enviadas a la
prisión puedan cometer nuevos actos delictivos mientras estén allí encerradas.
La “incapacitación colectiva”, consiste en dejar tras las rejas durante largos
períodos de tiempo o para siempre categorías enteras de personas -por ejemplo,
aquellas que han sido condenadas dos o tres veces a prisión anteriormente
(Three strikes and you’re out). El desarrollo penal en los Estados Unidos desde
fines de los años 1970 en adelante puede ser visto como un enorme experimento
de incapacitación colectiva. La llamada “incapacitación selectiva” señala que
mejor que encarcelar enteras categorías de “delincuentes”, debe intentarse una
predicción de aquellos individuos que tendrán una mayor tendencia a la
reincidencia, especialmente de delitos graves. El problema es que las
predicciones son muy inciertas, con un margen de error enorme. Además, los
principios jurídicos indican que los tribunales deben condenar a las personas por
los actos que han cometido, y no por los actos que podrían cometer en el futuro.

4) La justicia: cuando se intenta medir la justicia del encarcelamiento, se convierte
al comportamiento criminal en tiempo. El tiempo es cuantificado en relación con
el comportamiento delictivo concreto. Hay un tema que deviene entonces
crucial: ¿Cómo se puede anclar la escala? En 1970 una sentencia de dos años de
prisión para el delito X era considerada entonces “justa”, en el año 2004 para el
mismo delito X se considera “justa” una condena de cuatro años de prisión. El
hecho de que la “justicia” del encarcelamiento cambie con el tiempo, con el
clima político, con la opinión de los medios de comunicación, con los pánicos
morales, y otros factores por el estilo, es en sí mismo un poderoso argumento
para, como mínimo, no construir más prisiones.

5) Irreversibilidad: la construcción de nuevas cárceles tiene carácter irreversible.
Una vez que se levanta una prisión funcionará durante mucho tiempo, no es
esperable su rápida demolición. Algunas prisiones construidas hace cien o doscientos
años en el centro de pueblos y ciudades, son a veces derribadas. En parte
ello sucede cuando intervienen razones comerciales y especulativas. Pero en
cualquier caso, cien años es mucho tiempo, por lo que se pueden considerar
construcciones irreversibles.

6) Insaciabilidad: un sistema carcelario es como una bestia de presa insaciable, un
depredador que nunca está satisfecho. Las cárceles casi siempre están llenas
hasta los topes, cuando no masificadas. Esta parece ser la norma, tanto si el
índice de delito registrado aumenta como si disminuye. En consecuencia, una
vez construida cualquier nueva prisión será llenada hasta los topes, mientras que
las viejas prisiones permanecerán. Los argumentos de la irreversibilidad y de la
insaciabilidad interactúan, reforzándose mutuamente.

7) Inhumanidad: las cárceles modernas no son más humanas que las antiguas, en
especial las prisiones cerradas. Las modernas cárceles cerradas están hechas de
acero, hormigón, cristales especiales y video vigilancia. Son degradantes y no
hay lugar donde esconderse, a menudo son vistas por los reclusos como peores
que las antiguas. En las viejas prisiones como mínimo hay lugares donde
esconderse, también para realizar actividades legítimas. Hay un espacio de cierta
intimidad. El control no es total. En las cárceles modernas, el objetivo consiste
en lograr el control total. En suma, tenemos mucha información respecto al
funcionamiento de las prisiones como instituciones inhumanas y degradantes, y
sabemos que estos males son de carácter estructural.

8) Quiebra de los valores: las nuevas cárceles irreversibles, insaciables e
inhumanas, rompen con los valores básicos de la dignidad, el respeto y los
derechos humanos. La construcción de nuevas prisiones en realidad supone una
intensificación de la guerra contra los pobres. Las cárceles no están llenas de
delincuentes organizados que poseen amplios recursos, sino de pobres.

9) No ayuda a las víctimas: la cárcel no ayuda a las víctimas. Esta afirmación
contradice una arraigada opinión pública, pero es cierta. Se podrían tirar abajo
un buen número de cárceles y dedicar el dinero ahorrado en las víctimas. Existen
multitud de maneras concretas de aliviar la situación de las víctimas. Por
ejemplo: Compensación material automática, mediante una política de seguros
automáticos organizada y financiada por el Estado; compensación simbólica en
forma de nuevos rituales de pena y dolor, incluyendo recursos para elaborar y
revisar lo que ha sucedido así como nuevas formas de otorgar un estatus y una
dignidad renovada; redes de apoyo social, incluyendo varios tipos de amparo a
las víctimas. Pero lo que es claro es que la inauguración de nuevas cárceles no
alivia el dolor de las víctimas.

10) La masificación carcelaria puede ser resuelta por otras vías: los problemas de
sobrepoblación y listas de espera carcelarias se pueden solucionar por otras vías
que no sean la construcción de nuevas cárceles, por ejemplo, cambiando las
prácticas de excarcelación y reduciendo las condenas. Es importante que las
nuevas normas que intenten reducir la población carcelaria sean imperativas,

evitando la discrecionalidad en las decisiones;
 
(Tomado de Marta Monclús Masó)
Colaboración de Daniel Schulman, psicólogo, doctorado en Crimonología y amigo

8 comentarios:

Anónimo dijo...

malisimo, puras falacias... ademas muchos criterios favorecen a los criminales, mira si no se van a ver tentados en seguir el sendero del delito asi!

Alejandro Gustavo Defranco dijo...

muy interesante tu comentario anónimo... gracias por colaborar

raul sosa dijo...

somos un grupo de ex presos sociales o comunes o mal llamados delincuentes hemos armado una cooperativa de trabajo enseñanza oficios e insercion social libertad limitada y si podemos cambiar solo q algunos de la venditan sociedad esta tan sucio q descrimina y es mas delicuente q muchos solo q a tenido suerte de no estar preso entre reja pregunto como se siente deviendole a su propia vida la onestidad

Alejandro Gustavo Defranco dijo...

bienvenidos y gracias por la colaboracion...

webmaster tmarin dijo...

Saludos Alejandro.Con tu permiso llevo a mi blog la edición de este artículo tan interesante .Muchas gracias.Abrazo fraterno.

Alejandro Gustavo Defranco dijo...

con mucho gusto...ya chusmeo por alli... pero cita al que lo agregó: Daniel Schulman, psicologo ydoctorado en criminologia, amigo y gran estudioso

nancy dijo...

las 10 razones son buenas, comparto plenamente, pero también se deberían aportar soluciones.

Luis Manteiga Pousa dijo...

Pues en los países donde hay masificación en las cárceles yo si creo que hay que construir más. Y además se puede liberar a los presos que tengan delitos leves y sustituirselos por otro tipo de penas, trabajos sociales por ejemplo.